miércoles, 26 de noviembre de 2008

APRENDA A PLANTEAR INTERROGANTES

Si usted y yo pudiésemos sentarnos en la silla de un parque un día soleado de primavera y habláramos durante una hora sobre cualquier problema o riesgo (cualquier cuestión que en este momento esté intentando analizar, comprender o dimensionar en ese instante), ¿cuál sería ese asunto particular que le gustaría discutir conmigo?

¿Qué? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde? y ¿Cuánto?
Las interrogantes son algo esencial para obtener conocimiento y entendimiento.
Es imposible analizar alguna situación de manera efectiva sin recurrir a las preguntas.
De hecho no sólo es difícil; sino, imposible. Usted debe plantearse interrogantes como: qué, por qué, cuándo, dónde, quién, cómo y cuándo. Si se vuelve más hábil a la hora de realizar preguntas, será más capaz de analizar cualquier tema o situación, en cada lugar, a toda hora, por el resto de su vida.

Una segunda línea de interrogantes son las que pertenecen a la categoría que podemos denominar: “¿Cuáles son los puntos de referencia?”

Nada es significativo sin un contexto. Por eso es importante que responda cuál es el contexto de la situación que está enfrentando.

¿Cuáles son los puntos de referencia? ¿Qué otras situaciones se asemejan al asunto en cuestión? ¿Qué ha experimentado en el pasado que se asemeje a eso? ¿Cuáles son los hechos? ¿Cómo se pueden comparar esos hechos en otras áreas de su vida?

Ejemplo: Una persona puede sentirse satisfecha ganando cinco dólares por hora hasta que se entera que quien labora a su lado gana seis dólares por la misma función. La razón es que ahora posee un contexto diferente para evaluar su situación.

Ejemplo: Un ejecutivo de mucha experiencia dijo en una ocasión a su jefe:
—Roberto, tenemos un saldo en rojo de cincuenta mil dólares —
El esperaba que se desmayara su jefe;
—Por el contrario, le pregunto con calma:— ¿Con relación a qué?
— ¿A qué te refieres con ese “con relación a qué”? Tenemos un saldo en rojo de cincuenta mil dólares este mes”— replicó.
— Bueno, — insistió, — ¿con relación a qué? Si tuviésemos proyectado tener un saldo en rojo de cien mil dólares, entonces estamos en una situación bastante aceptable. Si esperábamos tener un saldo en rojo de cincuenta mil, estamos cumpliendo lo programado. Ahora bien, si se suponía que deberíamos tener un saldo a favor de cien mil dólares, entonces estamos en serios aprietos. Así que … ¿con relación a qué estamos en rojo?” En ese momento me respondió: — Pues bien, nuestra proyección era tener un saldo en rojo de cuarenta y seis mil dólares.
— Entonces relájate, — le dijo. — ¿De qué más necesitamos hablar hoy?

Quizá usted también pueda tranquilizarse una vez obtenga una clara perspectiva del contexto. ¿Cuál es el contexto de ese asunto que estamos analizando hoy? ¿Cuál es la escena completa? Por ejemplo, ¿qué diferencia va a marcar el asunto en un lapso de diez años a partir de hoy? En otras palabras, ¿cuál es el contexto del tiempo y cómo se ve afectado por ese factor?

La tercera línea de interrogantes se concentra en estas tres palabras: ¿Qué elemento falta?
Con toda seguridad, no nos hayan enseñado este interrogante y por el contrario, nos conduce a ser analíticos sólo con respecto a lo que vemos.

¿Qué información faltante le está dificultando obtener una perspectiva clara de su situación? ¿Qué datos o elementos necesita reunir para ver con mayor claridad?

Esta es una de las preguntas más difíciles que debemos recordar formularnos; usualmente ella provee soluciones a problemas que, de otra forma, no tienen solución. Cuando una situación lo confunda, simplemente pregúntese qué elemento falta y usualmente logrará un gran avance.

Otra pregunta útil una y otra vez es: “¿Qué es lo ideal?”

De hecho, es una pregunta “magnifica” porque sirve para casi cualquier asunto. En la situación que estamos considerando, ¿Cuál sería la solución genial?

Para ser líderes debemos desarrollar un compromiso inquebrantable por buscar lo ideal.
Convierta ese principio en parte de su forma de pensar para que siempre sienta un poco de “insatisfacción” hasta lograr lo óptimo.

Si le pidiese a sus cinco mejores amigos que le ayuden a manejar la situación,
¿Qué consejo le darían?

Muchas veces el simple ejercicio de imaginar sus respuestas puede proveer la perspectiva que se necesita.

Quizá el asunto sobre el cual hablamos en la banca del parque (el que definió al iniciar), implica serias dudas con las que usted está luchando en su vida. Si es así, me gustaría entregarle las siguientes palabras: “Pasé mucho tiempo tratando de encontrar la solución a mis dudas hasta que un día comprendí que lo mejor que podía hacer era ser consciente de lo que realmente creía. Desde entonces he pasado de la agonía de las preguntas que no puedo responder a la realidad de las respuestas de las cuales me resulta imposible escapar...”

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muchas gracias por este valioso aporte, nunca imagine que los interrogantes pudiesen agregar tanto valor a nuestra forma de responder a los problemas.

Unknown dijo...

Cuál es la diferencia entre interrogante y pregunta de investigación. Poner ejemplos por favor.

Anónimo dijo...

Verdad pongan ejemplos gracias