sábado, 29 de noviembre de 2008

COMUNICACION

¿Qué mensaje desea comunicar con mayor interés y de manera convincente a alguien en los próximos treinta días?
Cuando esté comunicando su mensaje, el principio más importante que debe recordar es el que está expresado en la regla de oro:
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.
Así como quiere que los demás se comuniquen con usted, así mismo comuníquese con ellos. Este es el principio más profundo de la comunicación.
Veamos algunas interrogantes que pueden ayudarnos a comunicarnos de manera efectiva.

¿Quién es mi auditorio?
Tenga muy claro a quien está tratando de convencer. Si es sólo una persona, eso es relativamente fácil. Pero si es un grupo de personas, ese enfoque será más difícil de lograr.

En este caso necesita preguntarse:
¿Quiénes son esos individuos?
¿Cuáles son los denominadores comunes del grupo?
¿Qué necesitan esas personas?
¿Qué quieren?
¿Cuáles son sus luchas?
¿A qué responderán con facilidad?
¿Qué asuntos rechazarán?

Póngase en la posición de sus oyentes, porque esa es la clave para comunicar su mensaje, sin importar el medio que haya elegido para hacerlo

Pregúntese:
¿Cuáles serán los errores de interpretación más probables que tendrán con relación a mi idea?

Esta pregunta no se enfoca en las áreas en las cuales el público estará en desacuerdo con usted, sino en aquellas en las que sencillamente existen más probabilidades de que malentiendan su mensaje.

¿Cuáles son los hechos involucrados y cuáles son los beneficios relacionados con cada uno de esos hechos? ¿Cuáles son los tres o cuatro hechos que usted está tratando de comunicar?
¿Conoce bien los hechos, de una manera vivencial?
Si constantemente se ve obligado a citar “autoridades” y “expertos”, entonces jamás lo verán como un experto a usted.
¿Estoy haciendo que el mensaje sea irresistible? ¿Cuáles son las consideraciones con respecto al valor y al precio del mensaje?
Cada decisión que tomamos es el resultado de un proceso en el cual consideramos el precio de esa decisión contra el valor que percibimos implica tal decisión.

Motivación: Necesidades y deseos.
Cuando comunique su mensaje, concéntrese en la comunicación, no en el contenido. El contenido de su mensaje debe ser tan familiar para usted que pueda restarle atención y más bien concentrarse plenamente en conectarse y comunicarse con su público. El tono en que usted se comunique también jugará un papel importante con relación a cuán bien o mal entendido sea su mensaje.

Lord Chesterfield escribió: “El noventa y nueve por ciento de todas las fricciones de la vida diaria es causado por simples tonos de voz. Cuando un hombre habla, sus palabras comunican sus ideas, el tono de su voz, su estado de humor”.

Lo que usted dice quizá no es tan importante como la forma en que lo dice
“El esposo que le dice a su esposa: ‘Querida, cuando te miro el tiempo se detiene”;
y aquel que dice: “Querida, posees un rostro que detendría un reloj”.

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